Simplemente úsame
A la mayoría de nosotros no nos gusta ser "usados", pero hay algo que puede cambiar el mundo, cuando más se usa y además ella anhela ser usada:
Simplemente úsame, yo soy la Biblia.
Soy la biblioteca maravillosa de Dios.
Soy siempre, y sobre todo, la Verdad.
Al peregrino cansado, soy un bastón firme y resistente.
Al que está en la oscuridad, soy una luz gloriosa.
A aquellos que llevan una carga pesada, soy un placentero descanso.
Para aquellos que han perdido su camino, soy una guía segura.
A los que han sido heridos por el pecado, soy un bálsamo sanador.
A los que han sido heridos por el pecado, soy un bálsamo sanador.
Para los desanimados, susurro felices mensajes de esperanza.
Aquellos abatidos por las tormentas de la vida encuentran en mí un ancla.
Aquellos abatidos por las tormentas de la vida encuentran en mí un ancla.
Para aquellos que sufren en soledad, soy una mano suave y fresca que reposa sobre una frente afiebrada.
¡Oh hijo del hombre, no me rechaces, simplemente úsame!
Si aún no has descubierto ese libro maravilloso al que llamamos "Biblia", es tiempo de que lo hagas. En palabras de Samuel a Saúl:
"Di al criado que se adelante (y se adelantó el criado), mas espera tú un poco para que te declare la palabra de Dios.
1 Samuel 9:27
Anónimo
Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.
2 Tim. 3:16-17
Mensajero publicado por Diertmar Kliewer
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